Eva Labarta

TOC: TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

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TOC: TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

 

TOC: TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO 

  1. ¿Qué es?
  2. Tipos
  3. Tratamiento

 

  1. ¿Qué es?

El TOC o Trastorno Obsesivo–Compulsivo es un trastorno psicológico que se caracteriza por dos síntomas principales: las obsesiones y las compulsiones.

Las obsesiones se definen como: pensamientos, impulsos, imágenes o sensaciones recurrentes y persistentes, negativas, repetitivas, intrusivas, y que provocan un gran malestar. La persona que lo sufre intenta evitarlas o eliminarlas mediante conductas u otros pensamientos.

Y las compulsiones son los comportamientos (por ejemplo, lavarse las manos, ordenar, o comprobar) o actos mentales (por ejemplo, rezar, contar números, o rumiar) que la persona debe realizar repetidamente para que la obsesión desaparezca y la angustia derivada de ésta. Sin embargo, estas conductas o pensamientos no tienen relación con la realidad o son exageradas.

Este trastorno tiene una incidencia en nuestro país del 2,5 aproximadamente, es decir, entre un 2 y un 3 por ciento de la población española lo padece.

Modelo teórico cognitivo-conductual del TOC:

 2. Tipos:

Cada persona que sufre el TOC puede desarrollar diferentes tipos. A veces siempre el mismo, en otras ocasiones varios, y a otras personas les va mutando de uno a otro. Los tipos de TOC más frecuentes son:

  • Contaminación, por suciedad, gérmenes, virus o enfermedades, secreciones corporales.. La persona que lo sufre tiene un miedo atroz de poder coger una enfermedad o siente un asco repulsivo de poder ensuciarse, por ejemplo.
  • Orden y perfeccionismo,
  • Temor al daño, preocupación excesiva por cerrar puertas, estufas, grifos, o fuegos.
  • Religioso,
  • Sexual,
  • Filosófico,
  • De amoreso relacional,
  • Acumulación, …

Pero cada persona desarrolla un TOC muy particular, que solo tiene sentido para ella. No hay dos personas iguales, ni dos TOCs iguales, y por lo tanto tampoco dos tratamientos iguales. Cada tratamiento será un traje a medida para cada persona. Basándose en los protocolos generalizados, habrá que ajustar la terapia, y en especial las exposiciones, a cada caso particular.

Por ejemplo, puede haber dos casos de miedo a contagiarse de una enfermedad. Pero en un caso puede tener miedo a contagiarse tocando las superficies y las compulsiones pueden ser de evitación y de lavado, principalmente. Y otra persona que tenga el miedo de poder enfermarse gravemente de forma supersticiosa, deberá realizar rituales de orden y simetría con los objetos de su habitación y sus pertenencias para evitar dicho miedo.

 

 3. Tratamiento

El tratamiento psicológico recomendado por ser el de mayor eficacia dentro de la intervención en psicología clínica, es la Terapia Cognitivo–Conductual (TCC), que se basa en reconocer como falsos los pensamientos intrusivos del TOC y en enfrentarse a los miedos graduadamente.

Además como técnica conductual estrella, se encuentra la técnica de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR), que consiste en afrontar, de forma sistemática y deliberada, situaciones (por ejemplo, coger el metro, conducir, entrar en un hospital), o estímulos internos (miedo a tener una enfermedad, el malestar de la imperfección), que generan ansiedad u otras emociones negativas (como asco, duda, miedo) y que provocan el impulso de realizar la compulsión.

El objetivo de la exposición no es dejar de sentir ansiedad, sino aprender a convivir con el malestar, aprender a gestionar al TOC, habituarte a la ansiedad. Vamos a aprender a tolerar nuestras emociones negativas.

También están indicadas la Terapia de Aceptación y Compromiso (TAC) y Mindfulness, como terapias complementarias a la TCC.

Para conseguir el mejor resultado del tratamiento para el TOC, lo recomendado es que pueda aplicarse bajo la supervisión de un profesional de la salud mental. Será el psicólogo quien realice una adecuada evaluación de tu caso y dirija el tratamiento más apropiado para ti.

También hay otros aspectos relativos al proceso terapéutico que son indicadores de un buen pronóstico de la terapia: como lo es el seguimiento del tratamiento, es decir, acudir con regularidad a todas las sesiones y cumplir con los deberes que mande el profesional semanalmente. Y también la relación entre el paciente y el psicólogo, el profesional deberá tener la empatía adecuada, y transmitirte confianza y motivación para avanzar.

Si te has sentido identificado con el texto y crees que esto puede ser lo que te pasa a ti, te recomiendo que busques ayuda profesional para comenzar un tratamiento psicológico adecuado.

No lo dudes, ¡pide ayuda!

 

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